Del Japón

Ahora que mi blog tiene un número de lectores que va más allá de la unidad, he decidido, avergonzado por la banalidad y intrascendencia de mis anteriores posts, hacer lo que muchos exitosos músicos, actores, conductores y demás genios de la farándula han hecho tantas veces bajo pretexto de evolucionar, cumplir sueños, expresar su creatividad escondida y demás razones igual de chingonas: cambiar radicalmente de estilo y modificar una fórmula perfectamente funcional y probadamente aceptada, esperando, por supuesto, resultados tan afortunados como el de Tatiana cantando infantiles o el de Mimí conduciendo Rola la Rola y Latin American Idol.

Es decir que mi blog abordará, esporádicamente, tópicos de cultura general con temas equiparables en contenido educativo a los documentales del canal 22

¿Y que mejor manera de iniciar esta pokemónica evolución hablando de una cultura fascinante, enigmática, lejana, totalmente diferente a la nuestra y de la que no sé un carajo? Ninguna claro está. Hablaré (aquellos de mente despierta ya lo habrán adivinado) de Japón, tierra de samuráis, tecnología de punta y suicidios por competitividad.

Como todo bloggero internauta que se precie de serlo, la información utilizada para esta investigación no será obtenida de enciclopedias, libros eruditos, investigaciones profundas, viajes a tierras ignotas ni pláticas con sabios en el tema. Ni siquiera de aquel santo grial del copy paste llamado Wikiepedia, sino de un lugar ligeramente más confiable: la televisión.

Por la televisión sabemos, por ejemplo, que los mexicanos siempre estamos tirando la hueva en zarape, guaraches, sombrerote y recargados en un cactus; que los africanos andan de huevos con los idem y el pilín de fuera y cargando lanza y escudos con forma de jeta baile que baile alrededor de una fogatota; que cualquier chino nos parte la madre con kung fu; que en Brasil la chicharra para salir del trabajo es una Samba y todos salen bailando a manera de carnaval y que todos los rusos andan pedos de Vodka.

Siguiendo esta línea de pensamiento, aquí está lo que he aprendido de los japoneses basándome en la única fuente que estoy dispuesto a considerar, las caricaturas:

1.- En Japón cuentan con una glándula sudorípara en la cabeza de aproximadamente dos centímetros de diámetro que es activada no por el calor del mediodía, sino por distintas emociones tales como el bochorno, la sorpresa y la pena ajena. Esta glándula genera un gotón del tamaño de su chingada madre que, entre otras cosas, tiene la virtud de desaparecer (evaporarse) casi inmediatamente de haber salido. Digno ha de ser observar el barro generado por esta glándula cuando se tapa.

2.- Los japoneses tienen una vena en la frente a la que la Femoral, la Yugular y la Carótida se la pelan por lo gruesota y grandota que es, además que puede ser vista a través de piel, cabello e incluso sombreros y gorras. Este distribuidor sanguíneo, aparece en momentos de especial encabronamiento y evita cualquier embolia o infarto cerebral pues es virtualmente imposible que el flujo se coagule en tamaña madre. La clara desventaja es que cualquier chichón puede desembocar en un desangramiento hasta morir.

3.- Las glándulas lagrimales de los japoneses son considerablemente mayores que las de la mayoría de los demás habitantes del mundo pues abarcan toda la parte inferior del ojo y tienen un flujo aproximado de 0.1 lt de lágrimas por segundo, los japoneses no lloran mucho pues morirían deshidratados en 67.5 segundos.

4.- En Japón los uniformes escolares son enfocados a la estimulación sexual de la población, prefiriendo el uso de minifaldas y blusas entalladas, sin mencionar que TODAS las colegialas japonesas son guapas y cachondonas. Es curioso observar que los rasgos culturales antes mencionados son compartidos con RBD.

5.- Cuando los japoneses envejecen, sus niveles hormonales sufren una descompensación considerable, con la subsecuente consecuencia de que: a) Se convierten en consumados pervertidos; b) Sufren un encogimiento progresivo. c) Ambas dos.

6.- Si te pones cachondo en Japón (cosa que seguramente pasará si pasas por una prepa), puedes morir desangrado vía nasal, pues es cosa común que te salgan chorros, chorritos o chorrotes de sangre por las narices cuando una fémina tiene a bien exhibirte sus encantos (cosa que también parece común allá).

7.- En Japón casi cualquier emoción que oses expresar externamente ocasionará que tu nariz desaparezca y, en algunos casos, tus iris y pupilas también. Junto con estos pueden aparecer, como compensación, unos jiotes en forma de líneas verticales (ver la foto del punto uno como referencia).

8.- Cuando los japoneses de quedan dormidos, un tamaño moquísimo sale a alegremente burbujear al ritmo de su respiración.

9.- Si estás en Japón y alguien se hace merecedor de una sacada de lengua, siempre será mejor si lo acompañas de una exhibición de tu globo ocular.

10.-  Cuando un japonés se encabrone contigo, y hablo de un verdadero encabronamiento cabrón (y no mamadas), su cabeza crecerá y crecerá a la par de su muina.

Pues esto es lo más significativo que he aprendido de esta bella cultura (eso y que, si me esfuerzo lo suficiente, puedo destruir la tierra con un rayo proveniente de mis manos), espero hayan sido tan ilustrativos para ustedes como lo fueron para mi.

P.P. (post post) Para aquellos de IQ elevado (que, no me cabe duda, hay muchos entres mis lectores) que duden de mis aseveraciones, escuchen a Kinoko Power todos los martes a las 7 p.m. donde celebridades harto conocedoras de éstos menesteres como mi amigo Mario «Mayin Bu» Ramírez y otras desconocidas por mí, hablan del Japón y sus desmadres (sigan la liga ahí al ladito o en la página principal) http://www.codigoradio.cultura.df.gob.mx/index.php/programas/44-programas/849-kinoko .